Jesús Saborido Sánchez, pollinico. Fiel devoto de María Santísima del Amparo. Hermano mayor de la cofradía durante casi veinte años (1976-1982, 1983-1986, 1989-1998 y presidente del Consejo entre 1998 y 2000) y presidente de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga entre 1991 y 1997. Abogado de profesión. Pregonero de la Semana Santa de Málaga en 1978. Pero, ante todo, pollinico.
Jesús Saborido llegó a la hermandad de Pollinica en 1953 de manos de su padre, que le acompañó por las escaleras de la torre de San Felipe Neri para sacar su primera túnica con seis años. Desde aquel día, su vida estuvo unida a la cofradía de los niños para siempre.
Apenas una década después de su primera salida, con 17 años, llegó al cargo de Albacea de Culto del Señor. Realizó sus estudios en la Universidad de Granada y, en esas tierras, conoció a Paloma Sánchez Domínguez, su esposa y compañera inseparable de vida con la que tuvo tres hijas: Paloma, Macarena y Amparo.
Una vez casado y comenzando su carrera en la abogacía, Saborido fue designado por Don Francisco Triviño Salmerón como su sucesor. A él le concedería la primera medalla de oro de la hermandad, hecha ex profeso para la ocasión con un diseño único. Alcanzó la responsabilidad de hermano mayor por primera vez en 1976.
Durante sus primeros mandatos, la cofradía alcanzó varios hitos especialmente relevantes para el desarrollo de su historia: en 1980 comenzó las gestiones para rehabilitar la iglesia de San Agustín, que acabaría siendo la sede canónica de la cofradía a partir del año 1981. Con este momento confluirá la llegada de Pollinica a la mañana del Domingo de Ramos, pese a la negativa inicial de la Agrupación de Cofradías, que llevó a tomar la decisión de abandonar la institución de San Julián entre 1980 y 1981.
A estos hitos se suma el pregón de la Semana Santa de 1978. Su disertación abría las puertas a una nueva era en la Semana Santa malagueña. Igualmente, en su junta de gobierno aparecieron, por primera vez, mujeres ocupando cargos: Paloma Sánchez como secretaria, Montserrat Hernández como vicesecretaria -que además fue la primera Delegada en la Agrupación de Cofradías- e Isabel Heredia, como vocal.
Entre los años ochenta y noventa llevó a cabo diversas iniciativas que aún hoy perduran en la memoria y tradición de nuestra hermandad: las casetas de Feria en el Centro Histórico o el Trofeo Pollinica de baloncesto marcaron esta etapa, así como las campañas de juguetes durante la Navidad, la Navidad Flamenca o las Subastas de joyas y cuadros.
Jesús Saborido cedió el cargo de Hermano Mayor en 1998. La impugnación del proceso electoral, sin embargo, le mantuvo al frente de la Cofradía hasta el año 2000 como presidente del Consejo, cuando se decretó la intervención episcopal.
En el año 2015, y tras un largo periodo de ausencia en el seno de la hermandad, recibió el título de Mayordomo de Honor de María Santísima del Amparo, que se unía a las dos medallas de oro recibidas en sus años como miembro de Junta de Gobierno. Además ejerció como pregonero del 75 aniversario de Jesús a su Entrada en Jerusalén. En la actualidad ocupaba el cargo de Consejero desde el año 2018 y, en la mañana del Domingo de Ramos, arengaba a los portadores antes de la salida desde la casa hermandad para que la Virgen luciese esplendorosa por las calles de Málaga.
Esta Real Cofradía manifiesta su pesar por la pérdida de uno de los nombres cruciales para el desarrollo de su historia, quien deja un legado histórico presente en las calles cada Domingo de Ramos y en el día a día de nuestra hermandad. Rogamos a María Santísima del Amparo que siga las palabras pronunciadas por D. Jesús Saborido en el boletín digital publicado en noviembre de 2020: «Muchas veces le pido perdón al Señor de la Pollinica porque debe estar celosillo, pero lo comprende: es su Madre. Donde esté Ella… Hablo con la Virgen, me sincero con ella, le lloro, le pido y, en estos días, le digo: Madre, no me dejes».
Descanse en paz.
DEL PREGÓN DE LA SEMANA SANTA DE JESÚS SABORIDO (1978)
«(…) Y por eso ahora, permitidle a este pregonero, que se vista simbólicamente su túnica de lino blanco, su cíngulo oro, su capa damasco color palma, y su capirote verde, y os invite a entrar, cada día en Jerusalén, junto a Jesús de la Pollinica, rodeado de niños que izan al cielo sus blancas palmas como oraciones. Y dejad que os invite a ver abrirse a las puertas de San Felipe, el próximo Domingo de Ramos, para que vuestras almas de cofrades se inunden de la alegría de esos corazones limpios que van a llenar nuestras calles. Dejadme que os invite a ver el primer nazareno, a oír la primera campana que ordena subir y mecer al primer trono. Permitidme que os invite a que las primeras lágrimas os inunden la vista ante la primera salida procesional, ante la contagiosa y siempre eterna juventud espiritual de Paco Triviño. Os invito a que de nuestro corazón salga la primera oración al ver a mi Cristo sobre su Pollinica, a ese Cristo con el dulce semblante y la preocupación en sus ojos ante la pasión que se le acerca.
Y dejad que os invite, por último, a que en esa luminosa tarde salgan de vuestros labios el primer piropo cuando veáis mecerse, aún dentro de su tinglado, a mi Virgen del Amparo, sonriente a la luz del sol. Os aseguro que os estremeceréis al verla allí, en su tronito de plata, bajo su palio de malla para que sea el azul del cielo su único techo. Y os sentiréis felices y alegres al ver que Ella es la Señora que nos tiende su Amparo y es el refugio de nuestros pesares. Porque mi Virgen es mujer, mi Virgen es Madre, mi Virgen es reina y es más bonita que la belleza misma. Y estoy seguro que rezaréis conmigo, que la piropearéis conmigo, que lloraréis conmigo, que le aplaudiréis conmigo hasta que vuestras manos os duelan. Porque, señores, en Málaga los aplausos no sólo son festivos. En Málaga también se reza tocando las palmas por bulerías».
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