Queridos pollinicos:
Con la perspectiva de estas primeras horas tras la celebración de la procesión magna «Camino de la Gloria», os quiero dar las gracias a todos por vuestra presencia y participación en una jornada histórica para nuestra hermandad, el mundo cofrade y para Málaga.
Sé que, en estos más de dos años sin ver a Jesús a su Entrada en Jerusalén procesionando triunfal por las calles, han sido muchas las emociones que hemos guardado. Todas ellas se manifestaron el pasado sábado en cuanto atravesó el dintel de nuestra casa hermandad. Y la procesión, que supuso un reto para todos, sirvió como bálsamo necesario para muchas personas que nos veían desde aceras y balcones. Ya lo dice la letra del ‘Pescador de hombres’ en su tercera estrofa: «mi cansancio, que a otros descanse». Hicimos posible, con nuestro esfuerzo, que muchas personas volviesen a entender su fe en Dios a través del mensaje de Jesús.
Gracias a quienes habéis colaborado en la preparación de la procesión Magna durante estos dos últimos e intensos meses. A quienes no faltasteis a los traslados del Señor y de San Juan, con quien hicimos historia. Gracias a los que participasteis en el cortejo batiendo nuestras palmas, portando insignias, como acólitos y monaguillos y en la presidencia. Gracias a los hombres y mujeres de trono que hicisteis un extraordinario esfuerzo ante una ocasión tan intensa. A los que nos disteis ánimo y apoyo desde las calles. A quienes asumisteis la responsabilidad de hacerlo todo lo mejor posible para que Pollinica volviese a ser la que abra esta vuelta al procesionismo.
Y permitidme un agradecimiento muy especial a los más pequeños de nuestra cofradía. Quienes aguantaron hasta el final con una palma o vestidos como monaguillos. Nuestra escuela cofrade necesita reflejarse en vuestra actitud, alegre y persistente. Volvimos a sentir que los pequeños hebreos nos acercaban a un Domingo de Ramos como lo hacían ya hace cien años.
En el recuerdo quiero tener también a cuantos pollinicos nos dejaron durante este camino y que, a buen seguro, llevamos en nuestros corazones el pasado sábado. De ellos también fue este día para la historia.
Seguiremos trabajando en los próximos días para que el Domingo de Ramos llegue espléndido. Os espero en San Agustín a partir del próximo jueves 4 para celebrar el triduo a María Santísima del Amparo y unirnos en oración antre nuestra bendita Madre.
Hermanos, hermanas. Gracias.
Un fraternal abrazo.
Juan José Granados Jiménez – Hermano Mayor
Fotografía: José Luis Pérez Raya